27 abr 2011

Anyone

Acá está lo que me llevó una hora de clase. Al principio me gustó mucho, después lo leí y no, y ahora no no lo voy a volver a leer porque voy a terminar sin escribirlo.
No se rían de los nombres, es lo que menos me trado en elegir, y terminan siendo lo peor de la historia (?).

Emilia llegó a su departamento. Solo pensaba en encender su computadora y hablar con él. No era seguro si estaría en línea, pero necesitaba quitarse de encima la duda. 
Mientras prendía aquel aparato ya viejo, a comparación de los que existen ahora, puso a hervir agua. Pero esperar ambas cosas la alteraban aún más. 
En la pantalla, aparecía un cartel de bienvenida, que pedía su clave para poder ingresar. La cuenta de Emilia era su segundo hogar. 
La clave era simple, su memoria era frágil como el cristal, asi que no necesitaba complicarse demasiado. 
El agua hirvió, y el sonido de esta volcándose contra la taza de té, la calmaba. El té era otro de sus amores.
Después del retirar la bolsita de la misma, lo endulzó , tomo la taza y fue en busca de su computadora portátil.
La clave ya había sido ingresada, solo restaba entrar al messenger y ver su nickname. Se mantuvo expectante, hasta que vió la leyenda que logra calmarla hasta en sus peores días : "Martín está conectado".
Cada vez crecía más la necesidad de hablar con él. Cada vez lo necesitaba más. Era el único que conocía hasta los detalles más íntimos de Emilia. 
Una parte de ella, sabía que podría ser alguien, que no es que es quien dice ser, pero la otra confiaba en que él era especial, único, que todo lo que sucedía entre ambos era real.
Ella estaría hundida en soledad, si no fuera por él, y lo sabía. Y debido a esto, él lo era todo para ella. 


Continuará ... a re que no. Bueno esto es producto de mi imaginación. Thanks.

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